miércoles, 12 de mayo de 2010

Los juegos Olimpicos de la antigüedad 4: PRUEBAS

Pruebas:
  1. Carreras :
    La prueba característica, que no solamente goza de preferencias entre todos los diversos tipos de carrera, sino que es también, en cierta medida, la prueba deportiva por excelencia (el vencedor, por ejemplo, daba su nombre a la olimpíada) era la carrera del estadio (Dromos).
    Era la prueba de velocidad y parece haber sido la primera de cuantas se realizaron en los tiempos primitivos. La distancia a recorrer era de seiscientos pies, medida que corresponde a una distancia variable (pues el pie patrón no era el mismo en todas las ciudades) del orden de los 200 metros, aproximadamente: el estadio olímpico tiene 192,27 metros, el de Delfos 177,5 metros, el de Pérgamo 210 (dimensión excepcional).
    Además de la de un solo estadio, se disputaban carreras más largas: la carrera doble, o de dos estadios (Diaulos), de 385 metros en Olimpia, casi como la nuestra de 400 metros; y la carrera de distancia o fondo, (Dólica), es una de las carreras que más contradicción ha traído pues según el criterio de diferentes autores e historiadores resulta que la distancia de esta carrera pudo haber sido de siete, doce, quince, veinte y hasta veinticuatro recorridos del estadio, aunque es probable que variase de una ciudad a otra.
    El programa de la mayor parte de los juegos incluye también la carrera con armas, en las que los corredores llevaban casco y escudo (desde el año 450 A.C. se corrió sin canilleras de bronce); la distancia variaba según las regiones: 2 estadios en Olimpia y Atenas, 4 en Nemea, y acaso más en Platea (donde las reglas eran particularmente severas: armadura completa). Un tanto al margen del deporte propiamente dicho figura las carreras de antorchas, también muy frecuentes.
  2. Salto de longitud.
    El atletismo griego conoce una sola clase de salto: el salto en longitud con impulso, no se practica el salto en altura, ni en profundidad, ni con garrocha; el salto sin impulso se admite únicamente a título de ejercicio preparatorio. En esta prueba la técnica no coincide con la moderna: la carrera es más breve y menos rápida. El atleta se lanza desde un podium fijo (se utilizarían sin duda las instalaciones de la línea de salida del estadio) y cae sobre un piso mullido y aplanado; la prueba sólo era válida cuando las huellas de los pies quedaban nítidamente impresas en el suelo, de modo que se descartaban los resbalones, las caídas, y según parece, la caída con un pie más avanzado que el otro.
    Pero, y eso es lo más importante, el atleta saltaba sosteniendo en las manos sendas halteras de piedra o de bronce, cuya forma era de dos tipos: o bien un sector esférico (ahuecado para facilitar la aprehensión), o bien una masa redondeada con un cabo o mango; su peso podía oscilar entre uno y cinco kilogramos.
    El peso de las halteras servía para reforzar el juego de balanceo de los brazos, muy similar al que hoy realizamos en un salto en longitud sin impulso.
  3. Lanzamiento de disco
    A partir del siglo V A.C. el disco era de bronce y, según parece, más pesado que el actual. Los ejemplares que se conservan varían considerablemente y pertenecen a tipos distintos, que pesan 1,3 Kg., 2,1 Kg., 2,8 kg. , ó 4 kg.
    Probablemente el tipo de disco variaba según los lugares, las épocas (los más ligeros son los más antiguos, del siglo VI A.C.) y las categorías: los niñoslanzaban un disco más ligero que el de los adultos El estilo empleado parece haber sido muy distinto del que reinventaron los modernos al establecer este deporte en las primeras olimpíadas modernas en Atenas 1896. Mucho se ha discutido al respecto, tanto entre los arqueólogos como en los medios deportivos: se trataba de interpretar correctamente la significación de cierto número de monumentos figurados, vasos pintados, estatuas, el discóbolo parado de Naucidas y, sobre todo, el célebre bronce de Mirón, el cual, por no ser conocido más que a través de copias de mármol, imperfectas y a menudo restauradas burdamente, dio pie con frecuencia a hipótesis descabelladas. La base del lanzamiento no era un círculo, como actualmente, sino un espacio limitado solo por delante y los costados, lo cual daba mayor libertad al atleta.
  4. Lanzamiento de la jabalina.
    Entre los antiguos, la jabalina no sólo era un objeto deportivo, sino un arma de uso corriente, así en la caza como en la guerra; en las pruebas atléticas, sin embargo, únicamente se tenía en cuenta la distancia alcanzada, siguiendo una dirección ya dada; en la práctica corriente se ejercitaba de otro modo, procurando alcanzar un blanco señalado horizontalmente, sobre el terreno. La jabalina deportiva, larga como el cuerpo humano y gruesa como un dedo, carecía de punta, llevaba lastre en un extremo y era, según parece, extremadamente ligera.
    En cuanto al estilo de lanzamiento, éste difería mucho del que se emplea actualmente: los antiguos, en efecto, usaban un tipo de propulsor de correa de cuerode unos 30 a 45 cm. de largo, atada cerca del centro de gravedad y que daba una o varias vueltas alrededor del fuste, terminando en un nudo donde el lanzador introducía los dedos índice y mayor de la mano lanzadora.
    Como en el caso del disco, el lanzamiento era precedido por un breve impulso y por una torsión general del cuerpo: el torso y la cabeza acompañaban al brazo derecho, que se extendía hacia atrás, por la derecha, a la mayor distancia posible.
  5. Lucha, Boxeo y Pancracio.
    Las pruebas anteriormente descriptas y la lucha, a partir de 708 a.C., se combinaban en los concursos para integrar la prueba compleja del pentatlón, destinada en suma a la coronación del atleta completo. La lucha se desarrollaba sobre un piso mullido. Se luchaba en parejas designadas por sorteo. El objetivo era derribar al adversario sin caer uno mismo (de lo contrario se anulaba el golpe). Se disputaban tres asaltos y estaba permitido tomar de brazos, torso y cabeza, no estando permitida la toma de piernas. Las pruebas de lucha eran sumamente populares en Grecia.
    El boxeo llegó a Grecia, tal vez como suponen algunos, ya con ciertas características de organización desde el punto de vista de la competencia, pero sea cierto o no hay una conclusión que no admite controversia: en los Juegos Olímpicos de la antigüedad visitó por primera vez el Boxeo o Pugilato el ropaje atlético, con cierta reglamentación y la misma rudeza y peligros que conlleva el boxeo actual en los medios profesionales.
    Detalles característicos del boxeo dignos de ser recordados son:
    - Las correas de piel (Usadas hasta finales del siglo V a.C.)
    - Una especie de guante llamada sphaira.
    - La ausencia del Ring.
    - La ausencia de rounds o asaltos (se terminaba la pelea cuando uno de los contendientes levantaba la mano derecha)
    - No se tenía en cuenta el peso de los peleadores.
    - La cabeza era la única parte del cuerpo donde se le podía golpear.
    Entre otras características que perduran hasta nuestros días: la guardia, era alta, consecuencia de una mejor protección de la cabeza; una marcada posición del "jab" del brazo izquierdo, mientras el derecho parece haber estado reservado, principalmente, para los ganchos, uppercuts, etc.
    En el pancracio, estaba permitido apelar a todos los recursos pero sin guantes ni otros aditamentos y en algunas regiones ni siquiera se permitía a los atletas cubrirse el cuerpo con aceite y arena como en la lucha estilo "orte pale" o en posición vertical, lo que quiere decir que en el pancracio todo dependía del cuerpo del contendiente.
    El pancracio era la combinación de la lucha, boxeo, puntapiés, torceduras de miembros y otros ardites semejantes. Apareció por primera vez en los juegos olímpicos cuando estos ya contaban más de un siglo de existencia: durante la 33 olimpiada, en el año 648.
  6. Carreras de carros y de caballos.
    Las pruebas que se celebraban en el hipódromo han sido consideradas como las más emocionantes de los juegos. Pero también eran muy exclusivistas pues no todos podían darse el lujo de criar y mantener caballos con este objeto.
    Era pues un patrimonio, casi exclusivo, de los reyes, tiranos, nobles, o aristócratas. En un principio el mismo dueño del caballo era quien los conducía, pero más tarde se emplearon aurigas profesionales.
    En estas carreras participaban carros tirados por cuatro caballos (cuadrigas) y por dos caballos (vigas). En las carreras de caballos montados por jinetes desnudos, lo más importantes parece que era el propio animal, al extremo que se menciona el caso de un potro que después de haber lanzado a su jinete siguió la carrera y llegó de primero a la meta, habiéndosele otorgado el premio al dueño. Al caballo le erigieron una estatua como era costumbre honrar a los grandes vencedores de los juegos olímpicos.

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